13 de enero de 2019

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Hay días en los que piensas que todo va a salir mal, en cambio otros que dices va a salir bien, ¿quién nos entiende? 

Y bien, hacía días ya en los que uno se levanta deprimido, triste y sin fuerzas de nada... Hasta que un día, te dices, ¿para que vas a seguir triste y llorando por las esquinas? si debes ser la única persona tonta que lo hace. 
Entonces, o cuándo alguien te hace abrir los ojos, te das cuenta que no sirve de nada todo eso, que lo único que haces es encerrarte más y ponerse aún más triste. Todos y quienes hayan pasado por algún mal momento sabemos que hay distintas fases:
1. Negación
2. Ira
3. Negociación
4. Depresión 
5. Aceptación 

Y aunque en el duelo se pasa por las mismas, son por las que la gente pasa cuándo sucede algún hecho importante y a la vez triste en su vida. Aunque no todo el mundo pueda pasar por todas...

Entendemos que cada uno tiene su forma de pasarlo y no podemos juzgarlos, es su vida y su personalidad, su forma de vivir.

Y es ahí, en el punto 5, dónde te das cuenta que tienes que aceptarlo, que las cosas han cambiado y tienes que seguir adelante, seguir luchando por ser feliz. Por no depender de nada ni de nadie. 
Que lo que tiene que ser, será, y lo que no no.
No vamos a seguir tristes porque la vida sigue y no podemos seguir perdiendo más días llorando. Tenemos que quedarnos con eso que un día nos hizo felices y aprender de todo eso. La vida consiste en miles de historias, experiencias, dificultades, subidas y bajadas, ¿porque vamos a perdernos más cosas por estar mal?

Alguien una vez me dijo una cita, "Aporta o aparta", y es verdad, quédate con lo que te aporte algo en tu vida y lo que no aporte nada o te aporte solo "males" apártalo de ahí.
¿Quién dijo que la vida era para sufrir? Nadie. Así que tenemos que luchar cada día y sonreír. Eso, será lo que al final del día vale la pena. Haber disfrutado ese día, sin importar el ayer o el mañana.




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