Su corazón empezó a romperse poco a poco en mil pedazos, pedazos que no podían verse a simple vista.
¿Cómo podía arreglarlo entonces? La tristeza que tenía le sobrepasaba y ella sin poder, o más bien, sin saber que hacer- Con ella, con su vida y todo lo que la rodeaba.
Le temía a lo que realmente tenía que hacer. Le daba miedo ver la verdad, por sus grandes dudas y la más importante: ¿Y luego qué?
Tenía que aprender a llevarlo sola, a dejarlo fluir todo, que la vida siguiera sin las preocupaciones que la ataban atrás. Y ese era su defecto, que se anclaba al pasado. Y debía romper esa ancla ella sola y superar todo lo que le viniese por delante. no encerrarse.
Ella quería ser feliz, pero tenia que decidir y tomar otro camino de su vida. Empezar otra vez por otro lugar.
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